En 2012, Daniela Mesa y David Castro comenzaron a darle vida a Taller Colmillo en Bogotá, Colombia, un estudio independiente de diseño editorial e ilustración. Con el correr del tiempo se especializaron en Risografía, un técnica de impresión híbrida entre fotocopiadora, offset y serigrafía, pero sin los gastos o desperdicios que suponen dichos procesos.
Tanto Daniela como David estudiaron diseño gráfico y actualmente, también son ilustradores, lo cual los llevó a compartir un gran amor por los fanzines y de hecho, cada uno tenía su propia colección. El tema de las estéticas era lo único que se podría decir que era lo que los distanciaba, los gustos de ella estaban más relacionados a los comic y el grafitti, mientras que los de él más bien estaban relacionados al metal y al punk.
“En Colmillo nos sentimos muy afortunados por todo el proceso que ha tenido nuestro taller, gracias a el apoyo de todas las personas que confían en nuestro trabajo hemos podido construir un espacio que en el día de hoy ha funcionado para crear muchos proyectos colectivos”
Daniel y David de Taller Colmillo
Pero más allá de esto, los conocimientos y fascinaciones de ambos iban de la mano, lo cuál los unió en el ‘Taller Colmillo’. La idea original era poder hacer un colectivo y tener máquinas que les ayudaran a producir libros, fanzines o productos en sí, lograr así hacer una mezcla entre una serigrafía y una fotocopiadora u offset.
Con la puesta en marcha del proyecto en común dieron con una impresora Riso, casi nueva en Bogotá. Fue para 2016 cuando iniciaron un taller abierto al público para empezar a crear publicaciones propias y colectivas, lo que ayudaba a sostener los costos de mantenimiento de la máquina y el alquiler del espacio.
Durante los primeros años David profundizó sus conocimientos sobre las técnicas de impresión como serigrafía y offset, pero poco a poco el aprendizaje que fueron adquiriendo les permitió a dar talleres de Riso. Ésto implica una técnica que permite la impresión de colores planos y como las tintas son traslúcidas, da un acabado y calidad única, similar a la serigrafía con un toque de ‘hecho a mano’.
Atrás de eso, llegó un inmenso impulso y crearon redes con artístas, ferias de publicaciones, residencias artísticas y otros proyectos. Todo eso, se dio gracias a que desde Taller Colmillo en Bogotá pudieron tener y supieron aprovechar una herramienta que les permitió crear, experimentar y reproducir todo lo que querían decir: la máquina Riso.
Vamos a conocer a Taller Colmillo desde adentro
– ¿Que técnicas de impresión utilizan?
Nosotros principalmente ahora utilizamos la Riso, casi es el músculo principal de nuestro taller, pero también hacemos algunas cosas en Serigrafía, Offset (cuando el proyecto lo requiere) hemos hecho grabado en linóleo, por último y próximamente queremos añadir a nuestro taller y servicio, la impresión digital.


– ¿A qué tipo de proyectos le imprimen?
Nos gusta imprimir publicaciones, cómics o fanzines de proyectos independientes, en algunos casos solemos poner una parte desde el taller y lanzarlo como coedición con los autores para alivianar costos y quedarnos con una parte de producción, con esto nos ayuda a participar en ferias, exposiciones u otro tipo de eventos. Pensando en la idea que apoyarnos entre todos.
También recibimos clientes como restaurantes, locales o tiendas de variedad de productos (Tiendas de ropa, comida, maquillaje, bicicletas hasta juguetes sexuales) pero nos gusta que estén abiertos a experimentar con los colores, papel y encuadernados, que no requiera trabajos tan convencionales.
No solemos aceptar nada de trabajos para políticos, sobre todo para campañas políticas o para cultos religiosos.
“Hay mucho entusiasmo, buenos proyectos e interés por crear publicaciones, pero todavía falta mucho apoyo, tanto de organizaciones gubernamentales para apoyar la publicación de más obras como del público para consumir estas mismas”
David y Daniela de Taller Colmillo
– ¿Cómo está la escena de editoriales independientes en Bogotá?
Nosotros sentimos que es amplia y variada, puedes encontrar editoriales y propuestas de muchos temas; el nivel de la calidad de los libros es cada vez mejor, se ve el amor por las editoriales independientes en esforzarse en cada proyecto de hacer obras impresas únicas que resaltan de la competencia industrial de las grandes editoriales. Eso nos hace ver que hay mucho entusiasmo, buenos proyectos e interés por crear publicaciones, pero todavía falta mucho apoyo, tanto de organizaciones gubernamentales para apoyar la publicación de más obras como del público para consumir estas mismas. Los precios del papel y la impresión han incrementado mucho, lo que hace que cada vez sea más difícil imprimir libros. Se necesita más apoyo y mejores redes de distribución a nuevos públicos para que los proyectos no se endeuden mucho o se acaben al intentar continuar publicando libros.
-¿Y la latinoamericana?
De Latinoamérica vemos el mismo fenómeno, hay muchas propuestas, todas de gran calidad en edición y con temas muy interesantes sobre todo obras de autores y autoras latinoamericanos, que ahora tienen una voz más fuerte y variada gracias a la edición independiente, por esta movida se generan los primeros escalones para empezar a elaborar un camino de publicación que los lleve a más grandes públicos y plataformas, pero así como en Bogotá vemos lo mismo que en otras ciudades y países hace falta más apoyo a la movida actual que está surgiendo, sentimos que debe haber más redes de apoyo, impulsos económicos, becas y en general apoyo y apaño para todos los que intentamos publicar de otras maneras no industrializadas. Sentimos que entre nosotros los pequeños productores nos apoyamos pero siempre hace falta nuevos públicos que no son fáciles de alcanzar como lo hacen masivamente algunas ferias del libro nacionales o internacionales.


– ¿Cómo se organizan las ferias o eventos de los que forman parte?
En nuestro espacio de taller contamos con una casa donde solemos hacer algunas ferias, estas las organizamos internamente nosotros, suelen ser de pocos puesteros pero hemos empezado a crear una especie de red entre varios productores independientes para empezar a organizarnos y crear ferias más grandes o circuitos de ferias donde los gastos de gestión o la ejecución de la misma sea más fácil si somos varios organizándola. Esto ha empezado hace poco, pero en esa ocasión logramos unir varios eventos que sucedían simultáneamente para que nos apoyáramos entre nosotros y repartiéramos e invitáramos al público asistente a visitar los tres eventos que se ejecutaban casi al mismo tiempo, el resultado fue un circuito muy interesante donde sentimos que a todos nos fue bien y quedamos entusiasmados de continuar realizando más actividades parecidas o eventos más ambiciosos en un futuro próximo.
– ¿Cómo surgió la fanzicleta? De la cual me declaro fan ♥
La Fanzincleta o nuestro triciclo tienda fanzinera rodante surge porque en Bogotá tenemos una cuestión y es que la mayoría de casa culturales oficiales e independientes, museos, lugares de conciertos masivos y pequeños suelen estar en el mismo sector, aquí se conoce como Centro, Chapinero y Teusaquillo. Esto hace que muchas personas fuera de estos circuitos o que no están enterados en su totalidad de toda la movida cultural suelen perderse de todas las actividades, puede ser por falta de información, poca o pobre estructura del transporte público bogotano para visitar esos espacios todo el tiempo o que simplemente no conocen nada de todo lo que sucede en estos lugares.
Nuestra idea con el triciclo es salir de los barrios que usualmente se realizan muchas actividades y talleres e ir a visitar otras localidades donde la movida cultural no es tan grande. Sobre todo para nosotros es muy importante continuar promoviendo la realización de fanzines y cómics entre la población de cualquier edad. Entre las actividades que hemos hecho están exponer libros o fanzines como una fanzinoteca ambulante, hacer talleres itinerantes para enseñar a hacer fanzines o aprender sobre la estampación en grabado o serigrafía, entre otras actividades. Creemos que todavía todas las cosas que queremos llegar a hacer no se han propuesto con el triciclo así que sigue siendo un proyecto en crecimiento.
– Para terminar, te quiero dejar el espacio abierto para que me cuentes algo que me quedo sin preguntar, lo que consideres relevante.
En Colmillo nos sentimos muy afortunados por todo el proceso que ha tenido nuestro taller, gracias a el apoyo de todas las personas que confían en nuestro trabajo hemos podido construir un espacio que en el día de hoy ha funcionado para crear muchos proyectos colectivos que es lo que más nos gusta, sentimos que podemos ser un lugar donde las personas pueden venir a hacer muchas cosas como consultar, aprender y ejecutar sus proyectos. Hemos creado redes, festivales, residencias, publicaciones y todo ha surgido desde una mezcla del amor por las artes gráficas como por el deseo de ver como los proyectos salen a la luz y se materializan. Todo esto nos hace querer seguir intentando todo a pesar de las dificultades de mantener un proyecto así en Latinoamérica, es trabajo duro pero los resultados y el apañe de las personas hacen que nos involucremos cada vez más. Para finalizar y como reflexión personal, creemos que para lograr publicar libros o fanzines es mejor hacerlo en colectivo, las tareas y gastos se reparten, entre todos se ayudan, aprenden y viven el proceso . Lo recomendamos.